«El Pollito de Tierra»: La Leyenda Chiricana
La historia de el «Pollito de Tierra»
En los rincones más oscuros de la Provincia Chiricana, en una región remota y olvidada, se forjó una leyenda que ha aterrorizado a generaciones enteras. En las noches silenciosas de Dolegay otras areas, la historia de «El Pollito de Tierra» se desliza de boca en boca, susurrada por el viento gélido. Esta es una narración de miedo y misterio, una leyenda que desafía el tiempo.
La Oscuridad en el Corazón de Chiriquì
Cuentan que en un pequeño pueblo llamado Dos rios la paz y la tranquilidad reinaban. Sin embargo, en el corazón de esta belleza bucólica, la oscuridad se escondía agazapada, esperando su oportunidad para emerger.
Un granjero llamado Ramón vivía en este pueblo con su familia. Si bien su vida era modesta, siempre anheló riqueza y poder. Un día, mientras trabajaba en los campos, un extraño apareció. Vestido de negro y con una capucha que ocultaba su rostro, el forastero ofreció a Ramón un pacto. A cambio de su alma, prometió concederle todo lo que anhelaba: riquezas más allá de la imaginación y un poder inimaginable.
La tentación cegó a Ramón, y aceptó el trato sin dudar.
La Transformación Malévola
La noche en que selló el pacto, una tormenta se desató sobre el pueblo. El viento aullaba, los relámpagos iluminaban el cielo y los truenos sacudían la tierra. Mientras el granjero pronunciaba las palabras oscuras del pacto, sintió un dolor insoportable.
Ramón se convirtió en una criatura abominable, mitad hombre y mitad pájaro. Sus extremidades se cubrieron de plumas oscuras, su cuerpo se deformó y sus ojos adquirieron un brillo siniestro. Había caído bajo la maldición de «El Pollito de Tierra».
El Terror de la Noche
Desde esa noche, «El Pollito de Tierra» se convirtió en una pesadilla que atormentaba al pueblo. Durante las noches más oscuras, acechaba a los habitantes con sus chillidos espeluznantes y sus ojos brillantes como brasas. El pueblo sufrió miseria y desgracias, y una sombra de tristeza cubrió a la comunidad.
Nadie se atrevía a enfrentar a «El Pollito de Tierra», por temor a caer bajo su maldición.
La Maldición Eterna
La leyenda de «El Pollito de Tierra» no conoce la redención. El malévolo ser continúa atormentando al pueblo, sin piedad ni compasión. Las desgracias se multiplican, la cosecha se marchita y el ganado perece. La tristeza y el miedo son los únicos compañeros de el poblado.
Y así, en las noches estrelladas de Chiriqui, la leyenda de «El Pollito de Tierra» perdura como una historia de oscuridad implacable, un testimonio de que en algunos lugares, el mal no conoce límites y la redención es una ilusión distante.
